José Antonio Sánchez Raba
Director del CEIP Cisneros, Santander.
Podríamos empezar hablando de los Comedores Escolares (CEEE) sostenibles pero la palabra sostenibilidad ha quedado desgastada por mal uso de políticos, economistas y medios de comunicación, perdiendo así su sentido inicial. Otra posibilidad sería referirnos a CCEE globales pero sabemos también que la globalización conlleva un modelo capitalista, neoliberal,… ¿Y si les llamamos CCEE integrales? Estaría bien, pero se podría relacionar exclusivamente con los alimentos integrales y estamos hablando de mucho más. ¿Y CCEE ecológicos? Es una parte de lo que se pretende, pero buscamos algo más. Después de darle muchas vueltas hemos optado por una expresión cuyo uso todavía es desconocido para muchos: coherencia. CE coherentes son comedores sanos, cercanos y justos[1], es decir, que son coherentes con la salud, el medio ambiente y los valores y, por tanto, cuidan de nuestro bienestar ambiental, físico, mental, emocional y social. La coherencia también supone una congruencia entre lo que pensamos, decimos y hacemos, esto es, nos convierte en personas que pueden vivir y desarrollar su actividad laboral en armonía. Porque, ¿cuántos de nosotros decimos que la salud es muy importante? Me imagino que la inmensa mayoría. Sin embargo, ¿cuántos pasamos de la preocupación a la ocupación? ¿Cuántos comemos de manera coherente? Como dijo Gandhi, “la felicidad se alcanza cuando lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace están en armonía”.