¿Qué le pedimos a la futura ley?

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Muchos, demasiados años castigando a la Educación Pública y nuestros alumnos y alumnas que se enfrentaban cada curso a las ocurrencias de algún partido político que estaba al mando de la educación en nuestro país.

Las reválidas, falta de profesorado en las aulas, ratios excesivas, falta de inversión en las instalaciones, desmantelamiento de las cocinas in-situ, insuficientes apoyos y especialistas en los centros, LA LOMCE, hicieron que la Comunidad educativa al completo se echara a la calle, pidiendo que de una vez por todas se nos escuchara, que se dejara de utilizar a nuestros estudiantes y de hacer leyes a espaldas de la ciudadanía.

Meses trabajando en una subcomisión que se creó en el Congreso de los Diputados pusieron de manifiesto las intenciones de unos y otros, por allí pasamos de manera fugaz las organizaciones que representábamos a la comunidad educativa, muchas horas invertidas en algo que, para muchos de nosotros, tenía poco futuro, todo hacía presagiar que ese barco no llegaría a buen puerto. Año y medio más tarde la subcomisión desapareció, de nada sirvió todo el trabajo allí realizado.

Un cambio de gobierno hace que en los últimos meses estamos inmersos en dos noticias de especial calado para la educación de nuestro país, por un lado, la supresión del Real Decreto 14/2012, una noticia esperada por todas las organizaciones que defendemos la Escuela Pública y por la sociedad en general, de una vez por todas se empiezan a revertir los recortes que veníamos sufriendo en los últimos años, aunque nos llevará años recuperar todo lo que hemos perdido.

Por otro lado, la modificación de algunos artículos de la LOE- LOMCE, un anteproyecto de Ley que el actual Ministerio envió a las organizaciones de la Comunidad Educativa para recoger sus aportaciones y que de igual manera trasladó al Consejo Escolar del Estado para que realizaran su valoración. El próximo día 8 de enero se debatirá en el pleno del Consejo Escolar y se trasladará al Ministerio el informe que de allí salga con todas las enmiendas aprobadas por dicho pleno, en el cual está representada toda la Comunidad Educativa.

Desde CEAPA ya entregamos a la ministra de educación, Isabel Celaá, un documento donde se recogían todas nuestras propuestas y modificaciones.

De igual manera trasladamos al Consejo Escolar del Estado nuestras enmiendas al anteproyecto para que se debatan en el próximo pleno.

Para CEAPA es imprescindible recuperar los consejos escolares y que realmente sean órganos de decisión, además de modificar su composición para que sea realmente democrático. Tenemos que lograr consejos escolares paritarios, con todos los sectores representados de igual manera y con el mismo número de componentes.

CEAPA considera que la escuela pública es la única que puede garantizar la igualdad de oportunidades y el éxito escolar de todo el alumnado, es garante de equidad y de  inclusión.  Por eso demandamos un incremento de la inversión en la escuela pública, pues esta red es la única que atiende a la responsabilidad social de escolarización de todo tipo de alumnado, y considera que las administraciones públicas deben centrar sus esfuerzos en medidas concretas para la mejora del sistema educativo.

 

Propuestas de CEAPA para una futura ley educativa:

  • Más plazas públicas de Educación Infantil.
  • Frenar la concertación de la Educación Infantil, mientras no se disponga de plazas públicas suficientes.
  • Asegurar el carácter educativo de la etapa contratando a profesionales con la titulación adecuada.
  • Reforzar los equipos de atención temprana, con el fin de detectar y actuar ante cualquier situación.
  • Reducir la ratio máxima del alumnado/profesor.
  • Extender a todos los centros educativos los programas de refuerzo, orientación y apoyo, que están teniendo un éxito importante allí donde ya se están impartiendo, y que permiten a todos los alumnos y alumnas alcanzar de la mejor manera posible su derecho, no sólo a la educación sino también al aprendizaje.
  • Reforzar el sistema de tutorías para realizar un seguimiento puntual del proceso educativo de cada alumno.
  • Profesorado suficiente para constituir los equipos que puedan desarrollar una enseñanza adecuada a la diversidad del aula.
  • Una formación adecuada y obligatoria del profesorado.
  • Incorporar equipos psicopedagógicos y de orientación en todos los centros de Educación Primaria, dotándolos de los recursos necesarios para realizar funciones no sólo de diagnóstico, sino también de intervención.
  • Facilitar a las familias la comunicación con el centro, equipo directivo y profesorado, y fortalecer las tutorías, teniendo en cuenta los horarios laborales de los padres y madres. Establecer los canales de cooperación necesarios entre el centro y las familias, para asumir la educación desde una actitud de auténtica corresponsabilidad.
  • Profundizar en la evaluación continua del alumnado, que permita tomar las medidas de apoyo y refuerzo en el momento que necesite el alumno.
  • Eliminar la sobrecarga actual del currículo.
  • Eliminar la delegación de funciones de la escuela hacia las familias por la vía de los deberes escolares.
  • Que se hable de calendario escolar y que se garantice un mínimo de días y horas lectivas para todo el alumnado.
  • Un cambio en el modelo de comedor escolar, no solo para mejorar su gestión y la calidad de los alimentos que se consumen en ellos, sino para integrar dicho servicio en el proceso educativo diario.
  • Dignificar realmente la Formación Profesional, descartando experiencias que están fracasando porque ignoran que el mercado laboral se desplomó, y haciendo que deje de ser una vía de segundo nivel.
  • La evaluación real del sistema educativo, que no pasa por mantener o parchear la actual pobre cultura de evaluación centrada exclusivamente en el alumnado.
  • Reconocimiento social de las APAS, actualmente ejercen una función de “correa de transmisión” entre el centro y el entorno. En una sociedad cada vez más plural es necesaria esta función social de acercar las familias al centro educativo. Las APAS son una buena escuela de ciudadanía, en la cual pasamos del yo al nosotros, del sentimiento individual al colectivo, creando nuevos espacios de relación entre familias y escuela.

 

Todos estos aspectos son imprescindibles para CEAPA, por eso es necesario que, de una vez, finalice el proceso actual de modificación de la ley, se intente llegar a un pacto educativo social y político, por eso es necesario crear mesas de negociación donde toda la Comunidad educativa pueda participar y llegar a consensos, poniendo como eje central al alumnado y su estabilidad en el sistema educativo.