Los representantes de FAPA Cantabria en el Consejo Escolar de Cantabria rechazaron las BIP

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4 3 Foto  Articulo FAPA Cantabria Revista 118 CEAPAEl propósito de la Consejería de Educación de Cantabria de implantar el Programa de Iniciación a la Profesión docente (BIP) se ha encontrado con el rechazo de la comunidad educativa de la región. El proyecto contemplaba la incorporación de 500 becarios a los centros educativos públicos y concertados durante cuatro meses, cobrando una cuantía de 560 €, para que, acompañados de un tutor, pudieran realizar las tareas propias de un docente, entre las que se encuentran el poder dar la clase solos. Con el propósito de asegurar la disponibilidad de tutores, la convocatoria contemplaba la remuneración para éstos y el director del centro en unas cuantías de 75 € mensuales. Finalmente el número de becarios incorporados a los centros fue de 181, con una mayor presencia en los centros concertados.

La puesta en marcha de este programa se realizó de un modo oscurantista. Los miembros del Consejo Escolar de Cantabria (CEC) tuvieron conocimiento del mismo a través de los medios de comunicación y cuando requirieron se tratase el programa de BIP en el Pleno se encontraron con obstáculos por parte de su presidente. Este consideraba que el tema objeto del debate pudiera no ser competencia del CEC y requirió un informe a los Servicios Jurídicos de la Consejería de Educación. Finalmente, como sostenían los miembros del consejo, el informe puso de manifiesto la competencia del CEC para pronunciarse sobre las BIP.

Entre los motivos para su rechazo destacan el haberse puesto en marcha sin haberse discutido en el seno del CEC, adoleciendo la elaboración de un mínimo de debate conjunto entre todos los sectores de la comunidad educativa; el no ser una necesidad detectada en los centros educativos, ni formar parte de las prioridades que los diferentes sectores de la enseñanza mantienen en el actual contexto de recortes; el suponer un paso más en esta senda de precarización del empleo juvenil y el personal docente; el constituir un medida electoralista; y, por último, el ser un proyecto ineficiente a la vista del coste económico y la incertidumbre acerca de que los becarios, en el futuro, pudieran llegar a entrar a formar parte del sistema educativo.

Mes y medio después de que más de un tercio de los consejeros hubieran solicitado la convocatoria de pleno extraordinario tuvo lugar éste, en el que los consejos de FAPA participaron elaborando y votando a favor de la propuesta que finalmente fue aprobada y elevada a la Consejería de Educación. En ella se considera necesario un replanteamiento global de las BIP, el que se establezcan otras prioridades y se atiendan las demandas que viene haciendo la comunidad educativa; y aconseja, por tanto, la retirada de la normativa reguladora de las para que, en ningún caso, se continúe en cursos sucesivos con el desarrollo de las citadas becas.