La transformación del sistema educativo, hacia donde tendría que ir la renovación pedagógica.

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SORAYASoraya Chapinal Merino

Maestra en UFIL Puerta Bonita

Presidenta de MRPS

Actualmente nos encontramos ante un momento muy delicado en nuestro sistema educativo.

La ideología neoliberal se refuerza dentro de la escuela más tradicional y conservadora con unos objetivos claros mercantilistas que reproducen en la escuela una robotización de los procesos industriales productivos. Para conseguirlo intentan convencernos que la renovación pedagógica consiste en la innovación tecnológica, el aprendizaje de un idioma dominante como es el inglés y crear estándares promoviendo una escuela competitiva.

Sin embargo somos muchos los que pensamos que la renovación pedagógica capaz de transformar el sistema educativo es un cambio de paradigma contrario enfocado hacia una educación más integral, “el pleno desarrollo de la personalidad humana” y “el respeto a los principios democráticos de convivencia” como recoge el Art. 27.2 de nuestra Constitución.

La renovación pedagógica implica una búsqueda de un proyecto educativo más participativo, democrático e integral, vinculada al contexto, una escuela transformadora.

Requiere una formación inicial y continua del profesorado que actualice las demandas de la escuela, que pueda dar respuesta a las necesidades e intereses del alumnado creando una pedagogía activa, basándonos en las técnicas de Freinet para conseguir una actitud crítica e investigadora.

Es necesario crear espacios dinámicos que promueven la reflexión, el intercambio, la investigación y la elaboración conjunta del conocimiento. La escuela no puede encerrarse en un aula o en un centro, es necesario que esté abierta al medio, a todo lo que le rodea, lo que pasa en su entorno, en su ciudad, sentir que pertenece a una comunidad que tiene que cuidar. Promover y respetar la naturaleza hacia un desarrollo sostenible.

 

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Foto por: Jeshu John

 

La renovación pedagógica viene acompañada de toda la comunidad educativa, una estructura democrática que elabore procesos de participación, de toma de decisiones y elaboración de proyectos, favoreciendo la gestión de conflictos que enriquezcan la convivencia, pensar en las diferencias como factor enriquecedor, intercultural, intergeneracional contribuyendo así al aprendizaje cooperativo.

Han de darse procesos de reflexión-acción sobre la realidad que nos rodea, para conseguir una justicia social y compensar las desigualdades. La escuela tiene que ser inclusiva, evitando la segregación escolar, teniendo en cuenta la diversidad sexual, las diferentes religiones y las diferentes culturas.

Todo ello se complementa desde una perspectiva más humana, un aprendizaje emocional, educar para la vida, cuidando a la persona, fomentando la solidaridad hacia una paz mundial.

El aprendizaje es un proceso, a lo largo de toda su vida. El alumnado aprende investigando, creando un pensamiento crítico y reflexivo, haciendo más preguntas que buscando todas las respuestas, compartiendo sus avances, son necesarias las asambleas en todos los niveles educativos para hacer reflejo del aprendizaje social y progresivo.

“La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle.”María Montessori

Hoy en día existen plataformas, asociaciones y movimientos como los Movimientos de Renovación Pedagógica que comparten la idea de que la educación tiene que ser una educación básica, única, unitaria, holística, universal, laica, ética, científica, liberadora, democrática, democratizadora, ecologista y gratuita. Bien lo explica Pepe Domínguez en su tesis “La Formación inicial de un cuerpo único de educadoras y educadores para la educación básica unitaria, holística, universal y emancipadora” haciendo un estudio exhaustivo de los irreconciliables paradigmas que hacen de las leyes educativas un mando de poder político que en nada beneficia a los niños y a las niñas.

“Lo peor es educar por métodos basados en el temor, la fuerza, la autoridad, porque se destruye la sinceridad y la confianza, y sólo se consigue una falsa sumisión.” Albert Einstein

Las actuales leyes educativas olvidan que en las escuelas existen personas, los grupos de niños y niñas, los estudiantes, los equipos educativos, las familias, los equipos sociales, están formados por personas. La escuela no necesita crear máquinas que reproduzcan el sistema, la escuela necesita llenarse de vida, buscar la música que les acompañe para bailar juntos, llenarse de color que les alegre el día a día. La educación no dependerá de unas leyes, dependerá de las personas que estamos en ella y que queremos una escuela viva, ilusionante, que educa sentimientos, razones y emociones.

Una escuela única, pública, popular y gratuita.