La participación. La motivación.

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Amelia Garrido Campos

Presidenta de FAMPA Granada «Alhambra»


15 Foto Articulo Opinion Amelia GarridoEl otro día recojo a mi hija, se monta en la parte trasera del coche, y antes de llegar a la siguiente esquina me recita “Todos tenemos derecho a una Educación Obligatoria, Gratuita y de Calidad”, lo he aprendido en el cole, me dice.

 

Yo, sin atender a la entidad de cada una de las reclamas que representa esta frase, “Educación Obligatoria”, “Gratuita”, “de Calidad” simplemente me sorprendo sintiendo orgullo de participar en la AMPA de mi cole, en la FAMPA de mi Provincia (FAMPA ALHAMBRA), y en otras ocasiones más esporádicas de la de mi Comunidad Autónoma e incluso de la Estatal, la CEAPA.

Si tengo algo claro de estos años que he compartido con todas las madres y los padres que me han acompañado en este camino de participación ha sido que todas ellas, desde sus diferentes puntos de vista, defienden como valor supremo la “Educación Pública”, con pleno convencimiento de que es la mejor herramienta para dejarle a nuestras hijas e hijos una sociedad más libre, más social, democrática, participativa e igualitaria. Más justa.

 

Resulta apasionante enfrentarse a este reto. Es motivante, intenso, bronco… enriquece.

 

Personalmente, me enteré de que existía una Federación de AMPAs, FAMPA ALHAMBRA cuando en nuestro recién construido centro empezamos a tener problemas. Comida caducada, ausencia de calefacción, goteras, ausencia de arbolado… un sinfín de deficiencias a las que nos tuvimos que enfrentar sin el apoyo de nadie. Deficiencias que hoy en día siguen existiendo y que sirven para que la administración local y la regional se manchen mutuamente con la tierra de la pelota que va de un tejado para otro.

 

Pienso que ese es el talón de Aquiles de toda federación. Ser capaz de ayudar a tus AMPAS. Tenderles la mano cuando te necesiten. Que sepan que estás ahí. No solo cuando tienes un problema, también cuando necesites formación e información.

 

Entonces te enteras de que existe FAMPA ALHAMBRA. ¡Anda! ¡Y una regional! Y ¡CEAPA! ¡Una estatal! ¡¿Qué el presidente de CEAPA se sienta con el ministro?!. Pues ahí tenemos que estar. Todos a una. Empujando. Por la escuela pública, por el bien común. POR EL INTERÉS GENERAL.

 

Vale, ya estamos en todos lados. Ahora toca ponerse a funcionar. Comisiones de trabajo de temas candentes. Formación, Políticas Educativas y Comedores Escolares. Juntas Directivas. Asambleas regionales, asambleas estatales y locales. ¡Ah! Y que no se nos olviden las subvenciones. Hay que cumplir el plan de actividades del año pasado. Hay que organizar, asistir y evaluar todos los cursos que propusimos. ¿Quiénes vamos?

Ayer tuve junta directiva de mi AMPA, hoy junta directiva de la FAMPA, mañana reunión con el Delegado de Educación y pasado cogemos un tren (venga vale, salgo un poco antes del trabajo así el billete es más barato) para ir a Madrid a una asamblea de la estatal.

 

Es tremendo sentir cómo, una vez que representas a tantas familias y asumes la responsabilidad de velar por las inquietudes, intereses generales y demás valores comunitarios, te toca también, vivir la desolación del bloqueo de iniciativas no acordes con los intereses políticos imperantes.

Este ritmo no se puede mantener mucho tiempo. Provoca CHOQUES inevitables entre tu vida familiar, laboral y voluntaria. Los cambios que nuestra educación necesita son profundos y requieren de tiempo. Tiempo que NO tenemos. Y con tantas exigencias menos aún. He visto en estos años pasar a mucha gente válida por la federación. Gente que aporta un año y no puede mantener más el ritmo.

 

Y mientras tanto, la administración, también pública, permite que no avancemos. Solo se permite el avance en la dirección marcada.

 

Es tremendo sentir cómo, una vez que representas a tantas familias y asumes la responsabilidad de velar por las inquietudes, intereses generales y demás valores comunitarios, te toca también, vivir la desolación del bloqueo de iniciativas no acordes con los intereses políticos imperantes. Sin explicaciones válidas.

 

Es tremendo ver cómo a cambio de tu sacrificio personal por tu creencia en el sistema público te pasan por un rodillo burocrático, reuniones donde se habla de principios generales, nunca de cuestiones fundamentales, donde somos esclavizados a sus procesos, sus procesos a sus protocolos, sus protocolos a sus tiempos, sus tiempos a su propaganda y su propaganda a su necesidad de rédito público.

 

¿Qué hacemos entonces?

 

Gente, vamos a tranquilizarnos. No nos presionemos. Intentemos llevar las cosas de la mejor manera que podamos. Seamos firmes en nuestros planteamientos e implacables con las no soluciones. No nos dejemos atrapar por un sistema que está claro que no funciona, engulle a la persona y la transforma en un cyborg ocupado. Y no soluciona nada.

 

Necesitamos tiempo para ser felices. Para que la relajación te haga sonreír de la morriña y tengamos la mente clara. Para así poder pelear con más fuerza. Con más potencia. Y que funcione.